La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal integrada por los jueces Juan Carlos Gemignani (como presidente), Gustavo M. Hornos y Mariano Hernán Borinsky, resolvió confirmar la condena de seis años de prisión en un caso de comercialización de estupefacientes agravado por haber sido cometido en las inmediaciones de centros de enseñanza y culturales.

El condenado comercializaba estupefacientes en su domicilio que se encuentra escasos metros de una iglesia evangélica, en las inmediaciones de una escuela municipal y una escuela de nivel inicial, y efectuaba la mayoría de las transacciones en la reja que separaba la vereda y su vivienda, a la vista del público en general.

Los jueces tuvieron en consideración el aumento del peligro que implicó a la salud pública, que aquellos sujetos expuestos de forma tan evidente a la comercialización del material estupefaciente, se encuentren en situación de mayor vulnerabilidad –menores que concurrían a los institutos de enseñanza, y aquellos que se acercaban a la iglesia-, siendo el reproche mayor.