La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Gustavo M. Hornos (en carácter de presidente del tribunal) y Mariano Hernán Borinsky, no hizo lugar a una queja deducida por los jueces Maximiliano Rusconi y Gabriela Palmeiro defensores de Lázaro Báez.

Mediante la queja interpuesta, la defensa del empresario pretendía que la Cámara Federal de Casación Penal revisara el decisorio de la Cámara Federal de Apelaciones que confirmó el rechazo de la nulidad de la detención de Báez y a la par una serie de diligencias probatorias. La defensa solicitaba una serie de medidas probatorias tendientes a acreditar la “supuesta irregularidad” en la detención de Báez. En sus presentaciones, la defensa invocó la existencia de un “plan de vuelo” correspondiente a la aeronave en la que arribó al aeropuerto de San Fernando, así como también, resaltó que diversos medios de comunicación, cubrieron la detención del empresario y tuvieron información sobre Báez en todo momento.

Báez se encuentra procesado en estas actuaciones por el delito de lavado de activos, con relación a la realización de maniobras a través de la financiera SGI, con el fin de sacar del país sumas millonarias en dólares, presuntamente originadas en el uso de facturación apócrifa para simular gastos en el marco de los contratos de obra pública con el Estado Nacional.