Con un simulacro de juicio oral y público del que participaron alumnos de distintos colegios secundarios, se realizó este miércoles, en el salón de los Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el acto de cierre de la edición 2018 del programa “La Justicia va a la Escuela”.

La apertura estuvo a cargo del embajador de los Estados Unidos en la Argentina, Edward Prado; de la presidenta de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN), María Lilia Díaz Cordero; de la vicepresidenta de la Asociación Conciencia, Josefina Maxit, y de la directora del programa, Virginia Simari.

Declarado de interés educativo, el programa “La Justicia va la Escuela” surgió hace 20 años por iniciativa de la AMFJN, que actualmente lo lleva adelante en forma conjunta con la Asociación Conciencia. Cuenta con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos, y tiene como objetivo brindar a los jóvenes un espacio de reflexión activa sobre el valor de la justicia y sobre el rol de los magistrados, con el propósito central de contribuir a la formación de juicio crítico y aportar herramientas para un razonamiento apoyado en evidencias.

Su contenido se compone de tres módulos, de los que participan alumnos de colegios secundarios públicos y privados de la Ciudad de Buenos Aires, del gran Buenos Aires y de ciudades de diversas provincias.

Los dos primeros módulos consisten en talleres que tienen lugar en el colegio y a los que asisten los magistrados para interactuar con los estudiantes. El tercer módulo es el simulacro de juicio oral que tiene lugar en el Palacio de Justicia, durante el cual todos los establecimientos que formaron parte del proyecto a lo largo del ciclo lectivo en curso tienen un rol en el desarrollo del juicio.

Durante la jornada de cierre, el embajador estadounidense —quien antes de ejercer su función diplomática se desempeñó durante tres décadas en distintas funciones judiciales en su país— destacó los valores del programa y su contribución a la construcción del respeto y la confianza de la ciudadanía en las instituciones, al tiempo que lo consideró una herramienta positiva para experimentar de primera mano el funcionamiento del sistema jurídico y legal.

Por su parte, Díaz Cordero hizo hincapié en la importancia de la resolución de conflictos en cualquier actividad humana y valoró que los jóvenes puedan comprender en carne propia la realidad cotidiana de la justicia, así como el deber de los magistrados de ceñirse a los hechos y al derecho.

En tanto, la vicepresidenta de la Asociación Conciencia expresó el orgullo de esa entidad al apoyar una iniciativa que ayuda a las nuevas generaciones a conocer, mediante una experiencia de aprendizaje vivencial, la estructura y el funcionamiento del Poder Judicial.

Finalmente, Simari señaló que el desarrollo del juicio crítico y del pensamiento crítico en los jóvenes constituye el propósito nuclear y más ambicioso del programa, ya que eso trasciende el ámbito judicial y representa un aporte a la formación de ciudadanos activos, sólidos y comprometidos.